Obsolescencia nuclear | ALMUDENA GANCEDO

Uno de los grandes problema de la sociedad actual, es que hacer con los residuos que generamos, y hablo de residuos en general.

Hay residuos y residuos, y están los residuos radiactivos, desde los que se generan en las centrales nucleares, hasta los procedentes de la medicina nuclear, técnicas de análisis de datación arqueológica, restauración de obras de arte …

En función del tiempo que tardan en dejar de ser radiactivos, resumiendo mucho, se agrupan en:

Residuos radiactivos de baja y media actividad (RRBA) Activos unos 30 años
Residuos radiactivos de alta actividad (RRAA) Activos más de 300 años

Hasta los años 70 la Junta de Energía Nuclear de España depositaba de manera desordenada residuos nucleares en una antigua mina de uranio de la Sierra Albarrana en Cordoba. Pero en el año 1985 se inició el proyecto del almacen de RRBA de El Cabril, en Córdoba, con la trasferencia a la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, S.A. (ENRESA) de las instalaciones y personal de esta antigua Junta de Energía Nuclear, y cuya función es hacerse cargo de la gestión de los residuos radiactivos.

En España, de momento, los RRAA se almacenan en las propias centrales nucleares, donde se generan, en piscinas o en contenedores de almacenamiento en seco depositados en instalaciones de almacenamiento en superficie para esto a espera de ser gestionados. Estos sistemas de almacenamiento temporal blindan la radiactividad que contiene el combustible gastado y favorecen la pérdida del calor residual que desprende. Pero esta solución es limitada y temporal. Está previsto que se construya un Almacen Temporal Centralizado ATC en Villar de Cañas en Cuenca, para trasladarlos alli.

El ATC será una instalación de almacenamiento tambien con carácter temporal, con una vida útil de unos 60 años que de manera centralizada albergará todo el combustible gastado y los RRAA, asi como RRMA generados en nuestro país.

Al ser la capacidad de las instalaciones que tenemos actualmente limitada han llegado al punto se saturación, como ocurrió con la clausurada central nuclear Vandellós I, cuyos residuos se enviaron a Francia y deben retornar a España cuando esté disponible este ATC para su almacenamiento, mientras tanto pagamos un coste diario de unos 60.000€, por estar en La Hague.

¿Estamos ante una obsolescencia de las instalaciones nucleares, sin que nos den solución? Y lo peor de todo ¿que hacemos con los residuos que ya hemos generado?… ¿Pero?…No habiamos quedado que los RRAA tienen periodos de actividad de cientos de años. ¿No se deberia garantizar su almacenamiento por cientos de años?… hasta que la radiactividad baje lo suficiente como para que dejen de ser peligrosos, sepamos que hacer con ellos o se puedan reutilizar.

De momento que hacemos, los metemos bajo tierra y ya vendrán otras detrás, será el legado para futuras generaciones: … Ah no! que esto ya lo estamos haciendo.*

* Hoy en día la única instalación de almacenamiento geológico profundo AGP en operación en el mundo es la de WIPP en Nuevo México, sólo para residuos militares de larga vida. Los residuos se sitúan en salas acondicionadas a unos 650 metros bajo tierra.

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Notas: Debo reconocer que mi curiosidad no ha sido tanto por el cierre o no de Garoña como por otras cosas, asi que os dejo algunos datos.

La demanda de energia eléctrica en España crece a un ritmo de un 4% anual. Tenemos una gran dependencia de otros paises europeos hasta niveles de importación que supera el 80% de nuestras necesidades.

La energía nuclear tiene una alta calidad por unidad de masa de material utilizado, pero es poco eficaz en el proceso, ya que se desaprovecha un 90% de la energía que se libera. El rendimiento de una pastilla de combustible para una central nuclear es un cilindro de aproximadamente de un centímetro de altura por un centímetro de diámetro y cinco gramos de peso, con la que se puede producir la energía equivalente a 480 metros cúbicos de 565 litros de petróleo ó gas natural o 810 kilos de carbón.

Los mayores yacimientos de uranio se encuentran en Australia, Canadá y Rusia. En España no hay, actualmente, ninguna mina de uranio, la última se clausuró en el 2000, en Saelices el Chico (Salamanca).

Los defensores de las nucleares defienden que el uranio enriquecido es reciclable. Solo entre el 3 y el 5% del total de los residuos no puede ser recuperado.

Actualmente existen 443 centrales nucleares en todo el mundo que producen el 20% de la energia eléctrica mundial. El país con más centrales nucleares es E.E.U.U. con 104 centrales, seguido por Francia con 58 centrales, Japón cuenta con 54 centrales, Corea del Sur con 21 centrales. (Analicemos esto a efectos de superficie del pais y población, ¡Impresiona!). En España hay 6 centrales nucleares con 8 reactores nucleares.

Santa María de Garoña, la más antigua (1970) Burgos *Pendiente cierre
Almaraz I y II, con dos unidades (1980 y 1983) Caceres
Ascó I y II, también con dos unidades (1982 y 1985) Tarragona
Cofrentes (1984) Valencia
Vandellós II (1987) Tarragona
Trillo, la última central puesta en marcha en España (1987) Guadalajara

Suponiendo una vida útil para la central nuclear de unos 40 años y siendo la edad media de las centrales nucleares del mundo de unos 20 años, el número de desmantelamientos va en aumento desde 2010 y alcanzará el máximo entre 2015 y 2025.

Durante el año 2011 han renovado las autorizaciones de explotación las centrales nucleares de Ascó I, Ascó II y Cofrentes. Está pendiente la renovación o no de Garoña, el pasado dia 6 de Julio se cumplia el plazo, pero practicamente no se han hecho eco de esto, ni está claro que vaya a ser así.

España cuenta con experiencia en desmantelamiento de centrales nucleares por los casos de Vandellós I en Tarragona y Jose Cabrera en Guadalajara, cuyas desmantelaciones permanecen en latencia en espera del enfriamiento del reactor nuclear dentro de unos 30 años.

En 1984, el Gobierno aplicó lo que se conoce como “moratoria nuclear”, en la que no se permitia construir nuevas centrales nucleares hasta que no se solucionase el problema de los residuos que se generan entre otras cosas, con lo que eso suposo a los inversionistas (empresas energéticas) que habian iniciado varios proyectos: Lemóniz I y II ( Vizcaya), casi completas, Valdecaballeros I y II (Badajoz), casi completas, Trillo II (Guadalajara), iniciada, Escatrón I y II ( Zaragoza), Satillán (Cantabria), Regodola (Lugo), Sayago (Zamora), y cuya compensación a estas empresas energeticas asumimos los consumidores por medio de una canon en nuestra factura eléctrica. Esta moratoria nuclear terminó en el año 1997 con la liberalización de la generación eléctrica, por la que cualquier empresa puede construir cualquier tipo de instalación: nuclear, hidraúlica, térmica, renovable… siempre que consiga los permisos de impacto ambiental, autonómicos, provinciales… Pero ahora las compañías eléctricas no quieren invertir los 6.000 millones de euros que cuesta una central nuclear, ya que ven mucho más rentable invertir en centrales de gas de ciclo combinado, energías renovables… que requieren inversiones menores y se obtienen beneficios mas rápidamente, y seguimos pagando esta moratoria.